El verano en España puede ser implacable, con temperaturas que superan los 35 °C en muchas regiones. Para los caballos, estos días calurosos representan un desafío significativo, ya que su sistema termorregulador no está tan adaptado al calor extremo como el de otros animales. Por ello, es esencial implementar cuidados específicos para garantizar su bienestar y prevenir problemas de salud relacionados con el calor.
🌡️ 1. Comprender la fisiología del caballo en climas cálidos
La temperatura corporal normal de un caballo oscila entre 37 °C y 38 °C. Cuando las temperaturas ambientales superan estos valores, el caballo puede experimentar dificultades para disipar el calor, lo que aumenta el riesgo de deshidratación y golpe de calor. Además, el sudoración, aunque efectiva para enfriar el cuerpo, también conlleva la pérdida de electrolitos esenciales como sodio, potasio y calcio.
💧 2. Hidratación constante y suplementación de electrolitos
Durante los días calurosos, un caballo puede llegar a beber entre 25 y 50 litros de agua al día, dependiendo de su tamaño, actividad y temperatura ambiente. Es fundamental ofrecer agua limpia y fresca en todo momento. Además, para compensar la pérdida de electrolitos por sudoración, se recomienda añadir suplementos específicos al agua o al pienso, como el Vitaminer de Covaza, que aporta minerales esenciales .
🏠 3. Proporcionar sombra y un ambiente fresco
Es crucial que los caballos tengan acceso a zonas sombreadas durante las horas de mayor calor, generalmente entre las 12:00 y las 16:00. Esto puede lograrse mediante cobertizos, árboles grandes o estructuras artificiales. Además, en los establos, es recomendable asegurar una buena ventilación para mantener el ambiente fresco y evitar la acumulación de calor .
🐴 4. Ajustes en la alimentación
Con el calor, es aconsejable modificar la dieta del caballo para reducir la carga metabólica. Se recomienda aumentar la cantidad de forraje fresco y reducir el pienso concentrado en un 20-25%. Además, se pueden incorporar productos como Tecnofiber AWW, que aportan fibra y agua, ayudando a mantener la hidratación .
🕒 5. Adaptación de la actividad física
Las actividades físicas intensas deben evitarse durante las horas más calurosas del día. Es preferible realizar ejercicio temprano por la mañana o al atardecer, cuando las temperaturas son más frescas. Durante el ejercicio, es esencial ofrecer pausas para que el caballo beba agua y se recupere .
🛁 6. Baños y duchas refrescantes
Refrescar al caballo con agua fresca puede ayudar a reducir su temperatura corporal. Se recomienda mojar su cuerpo con una manguera, comenzando por las extremidades y ascendiendo hacia el torso. Es importante evitar mojar directamente la cabeza y asegurarse de eliminar el exceso de agua con una rasqueta para evitar que se acumule calor .
🐞 7. Protección contra insectos
El aumento de la humedad y las temperaturas cálidas favorece la proliferación de insectos como moscas y mosquitos, que pueden causar irritaciones y enfermedades en los caballos. Es recomendable utilizar repelentes específicos, mantener limpios los establos y, si es posible, instalar mallas para evitar la entrada de insectos.
⚠️ 8. Reconocimiento de signos de golpe de calor
Es fundamental estar atento a los síntomas de golpe de calor, que incluyen:
- Respiración rápida y superficial.
- Frecuencia cardíaca elevada.
- Letargo o falta de coordinación.
- Disminución del apetito y la ingesta de agua.
Si se observan estos signos, es esencial actuar rápidamente:
- Trasladar al caballo a un lugar fresco y sombreado.
- Aplicar agua fresca en su cuerpo y eliminar el exceso con una rasqueta.
- Ofrecer agua para beber lentamente.
- Consultar a un veterinario si los síntomas persisten .
🧼 9. Mantenimiento de la higiene
Una buena higiene es esencial para prevenir infecciones y problemas de piel. Durante el verano, es recomendable bañar al caballo regularmente con agua fresca y utilizar jabones específicos que incluyan repelentes de insectos. Además, es importante limpiar sus ojos, ollares y cascos para evitar acumulaciones de suciedad y humedad .
🧊 10. Uso de mantas refrigerantes
Las mantas refrigerantes pueden ser útiles para mantener la temperatura corporal del caballo en niveles seguros. Estas mantas están diseñadas para absorber el calor y proporcionar una sensación de frescor. Son especialmente útiles para caballos con pelajes oscuros, que tienden a absorber más calor .
🧪 11. Monitoreo continuo y consultas veterinarias
Es fundamental realizar chequeos regulares al caballo durante el verano. Esto incluye la revisión de su estado físico, la observación de su comportamiento y la consulta con un veterinario ante cualquier signo de malestar.